Has
esto y verás cuán importante y enriquecedor es aprender a convivir con la
diversidad!
Muchas
personas no discapacitadas se quedan confundidas cuando encuentran a una
persona con discapacidad. Esto es natural. Todos nos podemos sentir incómodos
delante del "diferente".
No
hagas de cuenta que la discapacidad no existe. Si te relacionas con una persona
discapacitada como si ella no tuviera una deficiencia, vas a estar ignorando
una característica muy importante de ella. De esa forma, no te estarás
relacionando con ella, sino con otra persona, una que tú inventaste, que no es
real.
Acepta
la diferencia. Ella existe y precisas considerarla. No subestimes las
posibilidades, ni sobreestimes las dificultades, y viceversa.
Las
personas con deficiencia tienen derecho, pueden y quieren tomar sus propias
decisiones y asumir la responsabilidad por sus elecciones.
Tener
una deficiencia no hace que una persona sea mejor o peor que una persona no
deficiente. Probablemente, por causa de la deficiencia, esa persona pueda tener
dificultades para realizar algunas actividades y, por otro lado, podrá tener
extrema habilidad para hacer otras cosas. Exactamente como todo el mundo.
A
la mayoría de las personas con discapacidad no les importa responder preguntas,
principalmente aquéllas hechas por niños, con respecto a su deficiencia y cómo
con ellas realizan algunas tareas. Pero, si no tienes mucha intimidad con la
persona, evita hacer muchas preguntas muy íntimas.
Cuando
quieras alguna información de una persona discapacitada, dirígete directamente
a ella y no a sus acompañantes o intérpretes.
Siempre
que quieras ayudar, ofrece la ayuda. Siempre espera a que tu oferta sea
aceptada antes de ayudar. Pero no te ofendas si tu ofrecimiento fue rechazado.
Pues no siempre las personas con deficiencia precisan de auxilio. A veces, una
determinada actividad puede ser mejor desarrollada sin asistencia.
Si
no te sientes cómodo o seguro para hacer alguna cosa solicitada por una persona
discapacitada, siéntete libre para excusarte. En este caso, sería conveniente
buscar otra persona que pudiese ayudar.
Las
personas con deficiencia son personas como tú. Tienen los mismos derechos, los
mismos sentimientos, los mismos recelos, los mismos sueños.
No
debes tener temor de hacer o decir alguna cosa errada. Actúa con naturalidad y
todo saldrá bien. Si ocurre alguna cosa embarazosa, una buena dosis de
delicadeza, sinceridad y buen humor nunca fallan.
Personas
Ciegas o con Deficiencia Visual.
No
siempre las personas ciegas o con deficiencia visual precisan auxilio, pero si
encuentras alguna que parezca estar en dificultades, identifícate y hazle notar
que estás hablando con ella y ofrécele tu ayuda. Nunca ayudes sin preguntar
antes cómo debes hacerlo.
En
el caso de que tu ayuda como guía sea aceptada, coloca la mano de la persona en
tu codo . Ella irá acompañando el movimiento de tu cuerpo en cuanto tú vayas
andando. Y siempre es bueno que le avises , anticipadamente, la existencia de
desniveles, pisos resbaladizos, pozos y obstáculos en general durante el
trayecto. En un corredor estrecho, por donde sólo es posible pasar una persona,
coloca tu brazo para atrás, de modo que la persona ciega pueda continuar
siguiéndote. Para ayudar a una persona ciega a sentarse, debes guiarla hasta la
silla, informándole si ésta tiene apoya-brazos o no. Deja que la persona se
siente sola.
Al
explicar direcciones para una persona ciega, sé lo más claro y específico
posible, preferentemente indica las distancias en metros ("unos veinte
metros al frente").
Algunas
personas, sin darse cuenta, hablan en un tono de voz más alto cuando conversan
con personas ciegas. A menos que la persona tenga, también, una deficiencia
auditiva que justifique eso, no tiene ningún sentido gritar. Habla en un tono
normal de voz. Por más tentador que sea acariciar al perro guía, acuérdate de
que esos perros tienen la responsabilidad de guiar un dueño que no ve. No debes
distraer al can de su deber de guía.
Las
personas ciegas o con visión subnormal son como tú, sólo que no ven. Trátalas
con el mismo respeto y consideración que tratas a todas las personas. En la
convivencia social o profesional, no excluyas a las personas con deficiencia
visual de las actividades normales. Deja que ellas decidan cómo quieren o
pueden participar. Proporciona a las personas ciegas o con deficiencia visual
la misma oportunidad que tienes tú de tener éxito en un cometido o de fallar.
No
te incomodes por usar palabras como "mirar" o "ver". Las
personas ciegas las usan con naturalidad. Cuando te vayas del lugar, avisa
siempre al discapacitado visual que está contigo.
Personas
con Deficiencia Física.
Es
importante saber que para una persona sentada es incómodo quedar mirando para
arriba mucho tiempo, por lo tanto, al conversar por más tiempo que algunos
minutos con una persona que usa silla de ruedas, si fuera posible, recuerda
sentarte para que tú y ella queden con los ojos al mismo nivel.
La
silla de ruedas ( así como los bastones y las muletas) es parte del espacio
corporal de la persona, casi una extensión de su cuerpo. Asirse o apoyarse en
la silla de ruedas, es como asirse o apoyarse en una persona sentada en una
silla común. Eso muchas veces es simpático si la persona y tú fueran amigos,
pero no debe ser hecho si no se conocen
Nunca
muevas la silla de ruedas sin antes pedir permiso a la persona. Empujar a una
persona en silla de ruedas no es como empujar un carrito de supermercado.
Cuando estuvieras empujando a una persona sentada en una silla de ruedas y
pares para conversar con alguien, acuérdate de girar la silla de frente para
que la persona también pueda participar de la conversación.
Al
empujar una persona en silla de ruedas, hazlo con cuidado. Presta atención para
no atropellar a las personas que caminan adelante. Para subir desniveles,
inclina la silla para atrás para levantar las rueditas de adelante y apoyarlas
sobre la elevación. Para descender un escalón, es más seguro hacerlo marcha
atrás, siempre apoyando para que el descenso no produzca un fuerte impacto.
Para ascender o descender más de un peldaño, en consecuencia, será mejor pedir
ayuda a alguna otra persona.
Si
estuvieras acompañado de una persona discapacitada que anda despacio, con
auxilio o no de aparatos y bastones, procura de ir al ritmo de ella.
Mantén
las muletas o bastones siempre cerca de la persona discapacitada. Si piensas
que ella está en dificultades, ofrece ayuda y en caso de que sea aceptada,
pregunta cómo debes hacerlo. Las personas tienen sus técnicas personales para
subir escaleras, por ejemplo, y, a veces, una ayuda inadecuada puede hasta
entorpecer las cosas. Otras veces la ayuda es esencial. Pregunta y sabrás como
actuar y no te ofendas si la ayuda es rechazada.
Si
presencias una caída de una persona con deficiencia, ofrece ayuda inmediatamente.
Pero nunca ayudes sin preguntar, y sin preguntar cómo debes hacerlo.
Fíjate
si existen barreras arquitectónicas cuando fueras a escoger una casa,
restaurante, teatro o cualquier otro local que quieras visitar con una persona
con discapacidad física.
Las
personas con parálisis cerebral pueden tener dificultades para caminar, pueden
hacer movimientos involuntarios con piernas y brazos y pueden presentar
expresiones extrañas en el rostro. No te intimides con esto, son personas como
tú. Generalmente, tienen inteligencia normal, o a veces, hasta por encima de la
media.
Si
la persona tuviera dificultades para hablar y no comprendieras inmediatamente
lo que ella está diciendo, pide que lo repita. Personas con dificultades de
este tipo no se incomodan en repetir si es necesario para hacerse entender.
No
te reprimas para usar palabras como "andar" o "correr". Las
personas con deficiencia física emplean naturalmente esas mismas palabras.
Cuando
encuentres a un Paralítico Cerebral, recuerda que él tiene necesidades
específicas debido a sus diferencias individuales. Para lidiar con estas
personas, tenemos las siguientes sugerencias: * Es muy importante respetar el
ritmo del PC, normalmente él es más lento en lo que hace, como hablar, andar,
tomar las cosas, etc. * Ten paciencia al oírlo, la mayoría tiene dificultades
en el habla. Hay personas que confunden estas dificultades y ritmo lento con
deficiencia mental. No trates al PC como a un niño o un incapaz. Acuérdate de
que el PC no es portador de una enfermedad grave o contagiosa, la parálisis
cerebral es fruto de una lesión cerebral, que se ocasionó antes, durante o
después del nacimiento, causando desorden sobre los controles de los músculos
del cuerpo. Por lo tanto, no es una enfermedad y tampoco es transmisible. Es
una situación.
Trata
a la persona con discapacidad con la misma consideración y respeto que usas con
las demás personas.
Personas
Sordas o con Deficiencia Auditiva.
No
es correcto decir que alguien es sordomudo. Muchas personas sordas no hablan
porque no aprendieron a hablar. Muchas hacen lectura labial, otras no.
Cuando
quieras hablar con una persona sorda, si ella no te estuviera prestando
atención, haz un gesto o tócala levemente en su brazo. Cuando estés conversando
con una persona sorda, habla de manera clara pronunciando bien las palabras,
mas no exageres. Usa tu velocidad normal, a no ser que te pida que lo hagas más
lentamente. Usa un tono normal de voz, a no ser que te pida hablar más alto.
Gritar nunca resulta. Habla directamente con la persona, no al lado o atrás de
ella. Haz que tu boca sea bien visible. Hacer ademanes o sostener algo delante
de la boca torna imposible la lectura labial. Usar bigote también complica las
cosas. Cuando hables con una persona sorda, trata de quedarte en un lugar
iluminado. Evita quedarte contra la luz (de una ventana, por ejemplo) porque
eso le dificulta ver tu rostro.
Si
supieras algún lenguaje de señas, trata de usarlo. Si la persona sorda tuviera
dificultad en entender, avisará. De modo general, tus tentativas serán
apreciadas y estimuladas.
Sé
expresivo al hablar. Como las personas sordas no pueden oír cambios sutiles en
el tono de la voz que indican sentimientos de alegría, tristeza, sarcasmo o
seriedad, las expresiones faciales, los gestos y los movimientos de tu cuerpo
serán excelentes indicaciones de lo que quieres decir.
Mientras
estés conversando, mantén siempre el contacto visual. Si desvías la vista, la
persona sorda puede pensar que la conversación terminó.
No
siempre la persona sorda tiene una buena dicción. Si tuvieras dificultad para
comprender lo que ella está diciendo, no temas en pedir que te repita.
Generalmente, las personas sordas no se incomodan de repetir las veces que sea
necesario para ser entendidas.
Si
fuera necesario, comunícate a través de tarjetas. Lo importante es comunicarse.
El método no es tan importante.
Cuando
la persona sorda estuviera acompañada de un intérprete, dirígete a la persona
sorda, no al intérprete
Algunas
personas mudas prefieren la comunicación escrita, algunas usan lenguaje en
código y otras prefieren códigos propios. Estos métodos pueden ser lentos,
requieren paciencia y concentración. Tal vez tengas que encargarte de gran
parte de la conversación.
Trata
de recordar que la comunicación es importante. Tú puedes ir probando con
preguntas cuya respuesta sea sí / no. Si es posible, ayuda a la persona muda a
encontrar la palabra acertada, así ella no precisará de tanto esfuerzo para dar
su mensaje. Pero no te pongas ansioso, pues eso puede entorpecer la
conversación.
Personas
con Deficiencia Mental.
Debes
actuar naturalmente al dirigirte a una persona con deficiencia mental. Trátalas
con respeto y consideración. Si fuera un niño, trátala como a un niño. Si fuera
un adolescente, trátala como a un adolescente. Si fuera una persona adulta,
trátala como tal.
No
las ignores. Salúdalas y despídete de ellas normalmente, como harías con
cualquier persona. Dales atención, conversa con ellas, y verás cómo será de
divertido. Sé natural, di palabras amistosas.
No
las sobreprotejas. Deja que ellas hagan o traten de hacer solas todo lo que
puedan. Ayúdalas apenas cuando fuera realmente necesario. Las personas con
deficiencia mental llevan más tiempo para aprender, pero pueden adquirir muchas
habilidades intelectuales y sociales.
Recuerda:
el respeto está en primer lugar y sólo existe cuando hay intercambio de ideas,
informaciones y voluntades. Por mayor que sea la discapacidad, recuerda las
capacidades de la persona que está ahí.
Las
personas con deficiencia mental, generalmente, son muy cariñosas. Discapacidad
mental no debe ser confundida con enfermedad mental.
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